El abuso infantil ha existido siempre, afirman José Cantón Duarte y María Rosario Cortés Arboleda en su obra Malos tratos y abuso sexual infantil, aunque ha sido durante los últimos 150 años cuando ha ido emergiendo como un problema social, unido a una serie de mecanismos socio legales que se han ocupado de él. En principio, los malos tratos a los niños no recibieron atención como tales, sino dentro de los esfuerzos destinados a corregir el problema de los niños vagabundos e indigentes.
“Hasta hace pocas décadas la sociedad y los profesionales no han sabido o querido reconocer el alcance y gravedad del maltrato. De hecho, nuestra comprensión de la etiología, transmisión intergeneracional, secuelas evolutivas y eficacia de los diversos procedimientos de intervención en este problema social se debe, en gran medida, a las investigaciones sistemáticas llevadas a cabo en fechas relativamente recientes.”
Según datos de 1990, a que hacen referencia los autores, “alrededor de 440.000 niños norteamericanos sufren daños anualmente como consecuencia del maltrato físico, abuso sexual o abandono físico de que son objeto. Asimismo, los malos tratos ponen en peligro el desarrollo de unos 820.000 niños.
En nuestro país se han realizado recientemente algunos estudios en los que se analiza la gravedad de este problema en diversas comunidades autónomas. En un estudio a nivel nacional, utilizando los expedientes abiertos por los servicios de protección infantil entre 1991 y 1992, los investigadores detectaron 8 565 casos de malos tratos, siendo la negligencia el tipo más frecuente (79,1%), seguida del maltrato emocional (42,5%) y del maltrato físico (30,1%). El 55,2% de los menores fue objeto de más de un tipo de maltrato, aunque en la mayoría de las combinaciones solía aparecer la negligencia.
A lo largo de esta obra ambos autores ofrecen una revisión actualizada de las teorías que han intentado explicar por qué son maltratados los niños en su propia familia y cuáles son las causas que hacen posible la existencia de abusos sexuales durante la infancia.
Las consecuencias que los malos tratos físicos y los abusos sexuales puedan tener en el desarrollo posterior de los niños también se tratan en sendos capítulos, analizándose los déficits y problemas más comunes de las víctimas, las variables del abuso y del contexto que inciden en el nivel de trauma o la evolución posterior de los niños entre otras cuestiones.
Finalmente, se aborda el tema de los tipos, objetivos y estrategias diseñadas para el tratamiento y se realiza una revisión y evaluación de los programas diseñados para evitar el abuso sexual infantil, enfatizándose el papel de padres y profesores y la necesidad de controlar los posibles efectos negativos.
“Este libro es un claro ejemplo del nivel y la rigurosidad que han alcanzado los estudios sobre los malos tratos físicos y psicológicos, el abandono físico y los relativos al abuso sexual infantil. El conocimiento de los contenidos teóricos y empíricos que se incluyen en esta obra resulta imprescindible para los investigadores y los profesionales relacionados de algún modo con los niños.”