La presente investigación consistió en establecer el diagnóstico estructural, a la luz de la teoría de las relaciones objétales de Otto Kernberg, en niños y niñas de 9 a 11 años de edad, víctimas de agresiones sexuales crónicas a través de la prueba proyectiva gráfica Persona Bajo la Lluvia. Se efectuó una comparación con un grupo control constituido por niños y niñas de los cuales no se tenía la sospecha de que hubieran sido agredidos sexualmente. Los resultados obtenidos confirmaron la hipótesis propuesta de que los niños y niñas victimizados sexualmente presentarían en mayor medida una organización limítrofe de la personalidad, en relación a los niños de los que no se tenía la sospecha de que hubieran sido vulnerados en sus derechos sexuales.
La Prueba Persona Bajo la Lluvia en la Evaluación Clínico-Pericial de las Agresiones Sexuales Infantiles
La Prueba Persona Bajo la Lluvia (PBLL) es una prueba proyectiva gráfica de cuya autoría no se tiene claridad, y que se utiliza en la práctica clínica como parte de una batería diagnóstica. Esta prueba evalúa la imagen corporal ante un evento estresante. El análisis de este test permite acceder a los conflictos intrapsíquicos, mecanismos de defensa y estructura de personalidad del evaluado. Puede aplicarse a niños y niñas de todas las edades, de manera individual o colectiva (Querol & Chaves, 1997). Consiste en solicitar al evaluado que dibuje una persona bajo la lluvia en la forma que desee. Se le proporciona a este último una hoja, goma de borrar y lápices de colores.
La Prueba PBLL es utilizada como parte de una batería de pruebas psicológicas tendientes a constatar y dimensionar el daño psíquico asociado a ASI (Capella, Conteras, Guzmán, Miranda, Núñez et al., 2003; CAVAS, 2004; Servicio Nacional de Menores [SENAME], 2001, 2004). El extenso uso de esta prueba en la evaluación de ASI contrasta con las escasas investigaciones al respecto. Este último hecho hace que la validez y confiabilidad del instrumento sean limitadas.
Las investigadoras argentinas Barilari, Beigbeder y Colombo (2000, 2004) reportaron la existencia de 14 indicadores gráficos en la Prueba PBLL asociados a agresiones sexuales y maltrato infantil en el grupo de niños de 8 a 11 años de edad: dimensión pequeña, borrado, repaso, elementos fálleos, lluvia sectorizada, rayos, cabeza deteriorada, cinturón, ausencia de piso, ojos vacíos, ausencia de manos, ausencia de detalles, figura incompleta o infantil, y ausencia de entorno.
En Chile, Girardi y Pool (2006) encontraron que 7 indicadores gráficos en la Prueba PBLL, de un total de 45 indicadores que la literatura especializada vinculaba con ASI, se asociaban a este tipo de delitos en niños y niñas de 9 a 11 años de edad. Los 7 indicadores gráficos significativos (p< .05) son: ausencia de piso, sonrisa maniaca, lluvia sectorizada, ausencia de paraguas, cabeza grande, ausencia de entornoy brazos cortos.
La investigación precedente (Girardi & Pool, 2006) no consideró el significado psicológico de los indicadores gráficos hallados, por lo que en un trabajo posterior, Pool (2006), basándose en los datos de dicha investigación, sugirió que tales indicadores gráficos en su mayoría podrían estar relacionados a nivel de contenido con las dinámicas traumatogénicas descritas por Finkelhor y Browne (1985). De este modo, la dinámica traumatogénica de indefensión resultó ser la más frecuente, lo que se relaciona con el hecho de que los menores victimizados desarrollen miedo, ansiedad, sentimientos de impotencia y desesperación o una inusual necesidad de dominar. En menor medida aparecieron las dinámicas traumatogénicas de traición, que se asocia al dolor, depresión y desencantamiento del niño en relación al agresor y estigmatización, relacionada con los sentimientos de maldad, vergüenza y culpa del menor. La dinámica traumatogénica de sexualización traumática, asociada a preocupaciones sexuales, conductas sexuales repetitivas y connotaciones negativas relativas al sexo no se vinculó con ninguno de los indicadores gráficos (Pool, 2006).
La presente investigación puede considerarse un complemento de las investigaciones anteriormente mencionadas (Girardi & Pool, 2006; Pool, 2006). El que se considere en este trabajo los dibujos de la Prueba PBLL como gestalten o totalidades en vez de tomar los indicadores por sí solos, aislados del gráfico total, proporciona una visión más holística del fenómeno del daño psíquico asociado a las ASI. Esto último permite inferir la personalidad total del menor evaluado, es decir, posibilita acceder a su diagnóstico estructural. Cabe hacer notar que esta inferencia es sólo aproximativa, ya que para la evaluación de la personalidad a través de pruebas proyectivas gráficas es necesaria la integración de los datos provenientes de distintas pruebas (batería diagnóstica) y de la observación del comportamiento del evaluado (Hammer, 1997c). Por otra parte, al basar la evaluación de la personalidad en el modelo teórico de las relaciones objétales de Kernberg (1986, 1987, 1996) se enriquece y profundiza la comprensión del fenómeno estudiado.
Fuente: Scielo
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-22282007000200010&script=sci_arttext