Este documental nace de la necesidad de alzar la voz al viento para contar una realidad oculta que está instalado en nuestro imaginario social. Aquello que no se debe contar, oculto, donde el secreto enmudece las palabras. Julieta con su fuerza poderosa empezó a soñar bien alto, porque los sueños tienen vida propia y nacen del corazón. Hasta que llega el día de concretar, pisar suelo, darle forma a aquello que se ideó, darle sentido con creatividad. Al principio, la página estaba en blanco resplandeciente. De a poco, se empezó a plasmar la idea, con fe y resiliencia, porque ese es el hilo conductor del documental: recuperar la dignidad de la persona para salir de la jaula y volver a volar. Después de idas y venidas, llamó a la puerta de la Asociación El Mundo de los ASI para colaborar en el proyecto y se encontró con Alexandra, una mujer empoderada e idealista, amante del artivismo como forma de protesta contra las injusticias.
Hablamos el mismo idioma, la misma risa, el mismo sufrimiento, la misma valentía, el mismo coraje y, sobretodo, la misma esperanza y resiliencia. Somos unas mujeres que sufrimos abuso sexual en nuestra infancia y hemos logrado vencer el miedo, porque nuestra voz nos ha dado alas para cambiar la sociedad. Somos ese 20% de la población que ha vivenciado esa violencia y nos embarcamos en esto, porque la mejor forma de romper el tabú social, es compartiendo nuestra esencia; para sensibilizar a la sociedad y ayudar a sanar las heridas de esas voces silenciadas, que siguen sin poder articular palabra; porque tienen miedo de no recibir el apoyo emocional de las personas de su entorno.
Con creatividad, emoción y corazón se le da forma al documental. Unos meses más tarde Julieta junto a Producciones Desde el Cariño, se presentaron en marzo del 2016 a la 6ª edición del concurso de cortos Dame 1 minuto de Igualdad y ganaron. Así es como se financió el documental con el 1º premio Estela solidaria de Néstor Barrenetxea de UNESCO Etxea – Centro UNESCO del País Vasco.
Este documental emerge de un trabajo de teatro para romper el tabú entorno al abuso sexual en la infancia, con el objetivo de crear responsabilidad colectiva y dar alternativas de prevención y sanación. Surge de la importancia de mirar esta verdad y poder sanarla. La idea es despertar y hacer una llamada a la responsabilidad social. Y sobretodo, para aquellas personas que lo hayamos vivido, conozcamos la trascendencia que tiene en nuestras vidas un suceso así. Que el mundo entienda de una vez por todas que es un problema de nuestra sociedad.
¡Y está en nuestras manos poder cambiarlo, por l@s niñ@s del pasado, presente y futuro!