Cuando la víctima sufre el abuso, tiene un gran impacto en el alma y el cuerpo de una forma drástica, Mientras se produce éste, los ruidos, olores, objetos; se quedan gravados con una fuerza anormalmente intensa, uniéndose en la mente como un todo. En el momento que algo evoque esos recuerdos, se abra la caja de pandora, donde previamente se habían quedado clasificados allá donde la memoria esconde los secretos. Y cualquiera de esos elementos van a generar la reexperimentación o el recuerdo del abuso.

El principal escollo son las pruebas que se debe aportar para demostrar que un menor ha sido abusado. Por regla general suele suceder que transcurrido tanto tiempo desde el abuso, podría haber pasado 15, 20, 30 años o no revelarlo nunca. Las pruebas suelen ser escasas, nulas o poco demostrables por lo que se hace difícil poder denunciar simplemente con el recuerdo.

En la confirmación del relato del menor abusado, cuando el niño manifiesta públicamente el abuso, en algunos casos, el niño es ignorado, incomprendido o malinterpretado y por regla general se recibe como una fantasía infantil o una manera de llamar la atención sobre el adulto reafirmando la actitud del agresor.

Consecuencias del
abuso sexual infantil

El abuso sexual infantil produce diversas consecuencias psicológicas, biológicas y emocionales a corto y largo plazo. Como bien nos cuenta Noemí Pereda en un estudio, “las consecuencias psicológicas que suelen acompañar a la vivencia del abuso sexual infantil son frecuentes y diversas, tanto aquellas que se producen en la infancia como las que, en muchas ocasiones, perduran hasta la edad adulta. Los trabajos publicados al respecto demuestran la no existencia de un patrón de síntomas único, así como la presencia de una extensa variedad de síntomas en estas víctimas, e incluso la ausencia total de síntomas en algunas de ellas, impidiendo establecer un síndrome que defina y englobe los problemas emocionales, cognitivos y sociales que se relacionan con la experiencia de abuso sexual.”

El impacto está supeditado del grado de culpabilización y vergüenza que tenga la víctima como de las estrategias de afrontamiento pero en la gran mayoría de los casos pesa la manipulación que ejerce el/la agresor/a sobre su víctima.

El trauma va a depender de la frecuencia y duración de los abusos; la vinculación tóxica y abusiva con el/la agresor/a más si existe un grado de parentesco familiar; y el miedo a romper la familia si un día se llegan a enterar del suceso o cuando se revela, no ser creído por la familia más directa. Esto hace que exista un bloqueo a la hora de pedir ayuda efectiva porque el miedo está instalado en las entrañas.

Estas secuelas se empiezan a desarrollar cuando comienzan los abusos sexuales y algunos estarán en el comportamiento de la persona como secuelas a largo plazo hasta que un día llega la hora de romper el silencio gracias al enorme peso y desgaste de energía por llevar tantos años una mochila de represión.

Estas secuelas persisten en el tiempo hasta que el individuo hace su proceso interno de concienciación, aceptación y perdón sobre sí mismo. Llegado a este punto es necesario perdonar al agresor.

El abuso está instalado en el secreto del imaginario social donde se prefiere hablar del oasis de la infancia feliz sin preocupaciones pero es devastador la incidencia del abuso en nuestra sociedad. Por lo que debemos mirar hacia el frente, contar sin miedo cada una de esas vivencias para, desde ahí, romper el ciclo del abuso y tener una sociedad más sana.

Consecuencias psicológicas a corto plazo

Consecuencias psicológicas a largo plazo

Problemas emocionales

Miedos y fobias

Sintomas depresivos y ansiedad

Baja Autoestima

Sentimiento de culpa

Estigmatización

Trastorno por estrés postraumático

Ideación y conducta suicida

Autolesiones

Problemas de relación

Problemas de relación social

Menor cantidad de amigos

Menor tiempo de juego con iguales

Elevado aislamiento social

Problemas cognitivos

Conductas hiperactivas

Problemas de atención y concentración

Bajo rendimiento académico

Peor funcionamiento cognitivo

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Problemas funcionales

Problemas de relación social

Menor cantidad de amigos

Menor tiempo de juego con iguales

Elevado aislamiento social

Problemas de conducta

Masturbación compulsiva

Imitación actos sexuales

Uso vocabulario sexual inapropiado

Conformidad: Buena relación agresor/a

Hostilidad

Agresividad

Ira y rabia

Problemas emocionales

Trastorno depresivo y bipolar

Sintomas y trastornos de ansiedad

Trastorno por estrés postraumático

Baja autoestima

Alexitimia

Trastorno límite de la personalidad

Conductas autodestructivas

Autolesiones

Problemas de relación

Aislamiento

Ansiedad social

Dificultades en la relación de pareja

Dificultades en la crianza de hijos/as

Problemas  funcionales

Trastorno de conducta alimentaria

Dolores físicos

Trastorno de conversión

Crisis convulsivas no epilécticas

Trastorno disociativo

Trastorno de somatización

Desórdenes ginecológicos

Abuso de substancias

Problemas sexuales

Sexualidad insatisfatoria

Conductas de riesgo sexual

Maternidad temprana

Prostitución

Revictimización

Trastorno disociativo

Trastorno de somatización

Desórdenes ginecológicos

Abuso de substancias

Fuente: Consecuencias psicológicas iniciales del abuso sexual infantil y Consecuencias psicológicas a largo plazo del abuso sexual infantil de Noemí Pereda