Al tratarse de un tema tan delicado, existen muchas creencias erróneas sobre el abuso sexual infantil que ayudan a mantener este problema, a estigmatizar a aquellas personas que lo ha padecido y a seguir con el tabú instaurado en el imaginario social. Lo que no se quiere ver, pero se siente allá donde la oscuridad se lleva lo no dicho. Con todo, la realidad emerge como una explosión dolorosa y efectiva, para darnos cuenta de la verdad ante lo que no se quiere ver pero se debe de ver.
José Manuel Alonso y Asun Val (2000) recogen en el siguiente cuadro una reflexión sobre los distintos mitos existentes en el abuso sexual infantil y en otros malos tratos, tratando de contraponer a los mismos datos reales que desautorizan a aquellos.