El Manifiesto

El 23% de las niñas y el 15% de los niños sufren abuso sexual en la infancia y/o adolescencia y la gran mayoría permanecen en silencio por miedo. El abuso sexual infantil, es un acto sexual no consensuado en cual el menor es sometido a todo tipo de vejaciones injustas. Esta conducta suele ser repetitiva dentro o fuera del entorno familiar. Éste se realiza en un alto porcentaje en el entorno familiar, por lo que se suelen esconder religiosamente mientras, las víctimas aterradas guardan un riguroso silencio.

Los abusos son un problema de desconocimiento social, donde el agresor ejerce un abuso de poder. A diferencia de lo que mucha gente cree, esto sucede en diferentes culturas y diferentes niveles económicos. Según la Convención sobre los Derechos del Niño del año 1989 firmado por la ONU: “Los niños tienen derecho a la protección contra todas las formas de explotación y abuso sexual.”

He aquí un breve cuento que nos relata la magnitud de la situación, expresando alguno de los sentimientos de las víctimas:

Érase una vez…

Una niña aterrada en un sórdido rincón.

Sollozaba sus miedos e imploraba que sus recelos cesaran de una vez.

 

Musitaba palabras con pavor

pero a su vez andaba deseosa de que éstas fueran escuchadas,

con el consuelo de que alguien aliviara su pena.

Minutos antes unas manos habían recorrido su piel invadiendo así su candor.

 

Su ingenuidad la hacía desconocedora de tal atrocidad.

Un sentimiento de suciedad la asediaba.

Un terror inusitado irrumpió en su interior.

Sintió miedo.

Miedo al rechazo,

miedo a que una perenne oscuridad la acompañara el resto de su vida,

así que guardó silencio.

 

Hay cuentos que tienen un principio funesto,

pero no por ello han de tener un final trágico y fatídico.

Hay finales esperanzadores,

llenos de luz y color.

Para que eso suceda,

hay que romper el silencio.

No guardar rencores,

estos entorpecen la labor de avanzar.

 

El camino es largo,

incierto y lleno de obstáculos,

pero las lágrimas pasadas calman hoy nuestra sed

y las risas son el eco que acompasa nuestro andar.

Las sonrisas de antaño,

son la llave del mañana.

 

No hay que estancarse

y dar fluidez a nuestras ilusiones,

pese a que éstas un día se vieron truncadas.

 

Hay que renacer de las cenizas

y avivar el espíritu con el anhelo de un niño.

 

Y colorín, colorado…

espero que con el comunicado anterior se reúnan muchas firmas para que este

y muchos otros cuentos,

tengan un final feliz y se vayan erradicando los abusos sexuales.

 

No podemos cambiar el pasado,

pero si modificar el futuro actuando sobre el presente.

 

“Un día me arrebataron la niñez,

pero no consiguieron quebrantar mis ganas de ser niña”.

 

Petite Anaïs

AL FIRMAR LA PETICIÓN ESTARÁS ENVIANDO ESTA CARTA

DESTINATARIO: SR. D. ALBERTO RUIZ-GALLARDÓN, MINISTRO DE JUSTICIA Y SRA. DÑA. ANA MATO MINISTRA DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD

Estimados Señores Ministros,

Según un estudio realizado por Félix López Sánchez, “Psicólogo de la Universidad de Salamanca” solicitado por el Ministerio de Asuntos Sociales en 1994, el 23% de las niñas y el 15% de los niños sufren abusos sexuales antes de los 17 años en España.

Parece insólito que hayan pasado tantos años y en el 2012, los niños siguen desprotegidos ante la pasividad de los estamentos. No hace falta irse a países lejanos para horrorizarse porque a la vuelta de la esquina, en nuestra propia ciudad, hay algún niño que necesita ayuda, alguno de ellos ya adulto que necesita romper el silencio después de tantos años sin voz.

Solicitamos:

Se realice prevención de los abusos obligatoria en las escuelas porque el 80% de los abusos los realizan familiares o del entorno cercano.

No prescriban los delitos de abusos sexuales acometidos en la infancia.

Se acorte el proceso judicial de los niños, en muchos casos da la sensación que se juzga a la víctima en lugar del agresor. Las pruebas se deben hacer lo más rápido posible para no eternizar el suplicio, por el bienestar psicológico de las víctimas.

Se creen especialidades de abusos sexuales infantiles en psicología, psicopedadogía y pedadogía para poder ayudar a romper el silencio de los abusos tanto en niños como adultos que no han dado el paso, y poder así paliar su dolor.

Se creen programas y centros específicos en todas las comunidades autonómicas para ayudar a los adultos que en su infancia sufrieron abusos y apoyo sus familiares, para que éstos puedan romper su silencio con dignidad y todo el respeto que merecen.

Se condene a las personas docentes, curas y demás personas que están en contacto con niños que haciendo abuso de autoridad agreden sexualmente a nuestros menores. Se les expulse inmediatamente para que no estén en contacto directo con niños y no puedan dar lugar a más abusos injustos.

Se realice un información veraz en los medios de comunicación sin tratarlos desde el morbo y la frivolidad inmerecidas. No queremos contadores que se inicien en Enero porque los abusos existen hace años.

Se informe detalladamente a la sociedad como se debe actuar ante los casos de abusos en la infancia ante un niño/a o un adulto y se cree un protocolo de actuación informativo para las personas que conozcan algún caso de abuso sexual infantil puedan denunciarlo.

Que se haga una campaña de prevención para concienciar al pueblo, con un teléfono de contacto para todas las víctimas y familiares, al igual que lo hay para temas como la drogodependencia, violencia de género, etc…

Les remitimos este manifiesto para solicitarles que hagan todo lo posible para mejorar el sistema actual entorno al abuso sexual infantil.

Queremos recalcar desde este manifiesto, que intentamos alcanzar un mundo en el que se respeten los derechos de los menores.

“Ellos son la llave de mañana, pues son los portadores de nuestro futuro”.

Atentamente,

Participa en el Manifiesto Rompe el Silencio por la integridad de l@s niñ@s