Han pasado solamente unas cuantas horas desde la muerte de Alicia, una niña de 17 meses que fue arrojada por una ventana cuando la madre descubrió al abusador que estaba abusando sexualmente de la niña. Y ya sale a la palestra si es violencia machista cuando en “El Mundo de los ASI” (Abuso Sexual Infantil) no se puede hablar diferenciación de género, porque va más allá. Además según el Consejo Europeo, 1 de cada 5 menores sufre abuso sexual infantil.
Y cuando hablo de esto, la hago con conocimiento de causa. Desde mi experiencia de superviviente, aún siendo mi abusador un adolescente; desde mi experiencia de hija, cuando supe que mi padre sufrió abuso de una mujer cercana de la familia. De como hemos conocido muchos casos desde la asociación y el ForoGAM donde la víctima ha pedido ayuda en la familia, ya sea cuando se estaban produciendo los abusos o ya sea cuando habían acabado —ya sea menor o ya sea superviviente adulto—y NO les han creído. Y esta negación pasa en el alma familiar, tanto un familiar hombre o mujer, que desprotegen a la víctima o superviviente. Solamente un 10% de los que se atreven a decir reciben el apoyo de algún familiar, encima los demás tienen que pasar por la soledad el resto de su vida.
Por otro lado como experiencia de la asociación y en el foro, vienen aquellas mujeres que se enteran que sus hijos han sido abusados por el padre y cuando denuncian también piden el divorcio, y vienen los iluminados de jueces para dictaminar que la mujer se lo inventa para que le den la custodia de sus hijos, aún habiendo pruebas de psicólogos, pediatras y partes de urgencia. Actualmente si luchas como una leona, te dicen que estás loca y te lo inventas. Tienes que ir como víctima y dando pena para que te crean. Entonces le dan la custodia compartida y los menores siguen sufriendo abuso sexual infantil por parte del padre. Pero como no dejan pruebas físicas los agresores, no se puede comprobar hasta que alguien se moje por los menores. Así que algo estamos haciendo muy mal como sociedad.
Ahora el debate tiene que ser desde la protección a las personas, ya sean menores o sean las y los supervivientes adultas —eternas/os olvidadas/os—, para ayudarles a sanar, para empezar a protegerlos y darles amor de forma sana desde la ética del cuidado. Empecemos a trabajar y cambiar para que en las escuelas haya prevención obligatoria; que haya especialidades obligatorias de abuso sexual infantil en psicología, medicina sobretodo en pediatría, pedagogía, magisterio, psicopedagogía, derecho y judicatura; que cualquier persona que trabaje con menores haga una capacitación obligatoria en prevención y detección de abuso sexual infantil; qué haya una ética sin morbo desde los medios de comunicación; qué se trate con mucho respeto y amor a supervivientes adultas y adultos; qué dejemos el miedo en el imaginario social y tomemos las riendas en el asunto.
Ha llegado el momento de hablar sin tabú del abuso sexual infantil, sin estigmatizar. Debemos ser responsables y empezar a cuidar a las y los menores desde la ética del cuidado porque la infancia es sagrada y además muchos supervivientes necesitan cicatrizar la herida de su niña o niño interior para sanarse y volver a la vida. Porque también es una irresponsabilidad seguir con las dinámicas actuales del miedo y silencio.
Entre todas y todos podemos alzar la voz y transformar este mundo. Os pedimos que hablemos sin tapujos sobre el abuso sexual infantil, que dejemos el miedo que está instalado en el imaginario social, que rompamos el tabú, que no tengamos miedos de hablar sobre al abuso sexual infantil. Esto se puede lograr con personas con amor y justicia, activistas con empuje y fuerza. Debemos lograrlo porque hay que reparar la infancia robada de todas las personas que han sufrido abuso sexual infantil.
Hagamos sensibilización social, hagamos prevención y detección, comprendamos el silencio de los que han sufrido abuso, hablemos para empoderar a las y los supervivientes con la ética del cuidado que tenemos que construir la sociedad.
Alexandra Membrive y Amelia Montes
Asociación El Mundo de los ASI